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Escribì en esta columna, cadaver a pata
como saber si este cadaver que me habla no es el tuyo?
me corto la frente con la hoja de un àrbol
y tiro un nùmero al azar:
trescientos cuarenta y doce.
(te escucho)
Tantas veces he mirado a la multitud
caminar, pisando el suelo de la maniana,
lluvia lenta de zapatos, sudor, apuro,
y el boludo que deja caer las llaves.
Aveces no alcaza con poner la carne
en el horno.
Tambièn hay que prenderlo.
(he hablado)
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